¿El gobierno debería controlar las llamadas telefónicas y los correos electrónicos?

Imagina tu vida como un libro abierto; ¿Cómo cambiaría eso la forma en que te comunicas en línea?

¿La idea de ser observado o escuchado por alguien que no conoce le incomoda? ¿Por qué?

Si su seguridad estuviera en juego, ¿estaría dispuesto a renunciar a algo de privacidad? ¿Dónde traza el límite?

¿Aceptaría usted una mayor vigilancia gubernamental si ésta redujera significativamente los actos de terrorismo?

¿Cómo afecta la posibilidad de que se monitoree su huella digital su sentido de libertad y confianza en el gobierno?

En una era digital llena de amenazas, ¿debería seguir considerándose la privacidad como un derecho inalienable?

¿Alguna vez ha sentido que su privacidad estaba comprometida y, de ser así, cuáles deberían ser los límites de esa invasión?

¿Cómo se sentiría si sus conversaciones personales fueran escuchadas sin su consentimiento por motivos de seguridad nacional?

¿Cuándo, si es que alguna vez cree, que los beneficios de la vigilancia superan el derecho a la privacidad?