En un giro significativo de los acontecimientos previos a las elecciones presidenciales de Irán, los candidatos de línea dura Amir-Hossein Qazizadeh Hashemi y Alireza Zakani se han retirado de la contienda. Este desarrollo se produce en un momento en que el panorama político de Irán ve un impulso hacia la reactivación del acuerdo nuclear con potencias occidentales, una medida defendida por el favorito Pezeshkian entre otros. La retirada de estos candidatos podría consolidar el voto conservador, potencialmente influyendo en el resultado de las elecciones. Con los resultados electorales esperados poco después de que concluya la votación, la posibilidad de una segunda vuelta acecha si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos. En medio de estas maniobras políticas, la población iraní, incluidas figuras influyentes y disidentes, permanece profundamente comprometida, con el futuro rumbo de la política interna y externa de Irán en juego.
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