El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se ha negado a descartar futuros aumentos de impuestos o recortes de gastos en el próximo Informe de Primavera. Aunque insiste en que las decisiones fiscales importantes ya se tomaron en el Presupuesto de octubre, reconoció que la canciller Rachel Reeves podría necesitar tomar medidas adicionales para cumplir con las reglas de endeudamiento. La economía del Reino Unido se ha debilitado desde octubre, lo que plantea preocupaciones de que el gobierno pueda tener que ajustar sus planes fiscales. Los comentarios de Starmer sugieren que, si bien no se esperan aumentos drásticos de impuestos, los ajustes aún podrían estar sobre la mesa. La incertidumbre deja a las empresas y contribuyentes esperando claridad en el anuncio del próximo mes.
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